Choco

El choco es un cefalópodo conocido con el nombre de sepia, aunque también se le dice jibia y cachón, todo depende de en qué lugar geográfico de la península estemos. En los puertos atlánticos, desde Cádiz hasta Huelva, es más común el nombre de choco, en cambio en los puertos más mediterráneos, llegando a Roquetas y Garrucha, se usa más el nombre de jibia o sepia.  Dejando el uso de cachón para la zona de Cantabria.

Puede alcanzar los 40 cm de longitud. Tien un manto grueso, globoso y algo aplastado, y brazos con cuatro hileras de ventosas. Su sepión es ancho, coloración marrón y vientre blanco. De aguas profundas, se alimenta de pequeños moluscos, cangrejos y camarones.

Para cocinar el choco se prepara vacío, limpio, desprovisto de sus órganos internos y de la cabeza y tentáculos. El cuerpo de carne jugosa, brillante y firme, se corta en tiras, se enharina y se fríe. Tiene un alto valor nutricional, su carne es rica en proteínas y baja en grasas, contiene además importantes cantidades de vitaminas del tipo B  y D, así como fósforo, potasio, magnesio, calcio y hierro.